Pues si, tuve la valentía de entrar en una sala de cine (¡PAGANDO!) para ver la última parte de la adrenalítica saga de coches y de chicas -de esto por cierto, casi no queda- protagonizada por Vin Diesel y el fallecido Paul Walker. ¿Alguno de vosotros aún no ha visto ninguna de las 7 partes de esta infinita saga de películas? Vamos a intentar subsanar eso con una crítica de la última parte recién estrenada, a ver si así os animo a que le echéis un ojo a esta, y no, no me he vuelto loco.
El fallecido Paul Walker en
una escena de la película
Una peli que tiene tanto en común con El caballero oscuro (2008) de Nolan no debería de ser mala, ¿no? Si, estoy comparando Fast & Furious 7 (2015) con una película de Chris todopoderoso Nolan, soy valiente, eh? La similitud radica en que uno de los protagonistas principales murió durante el rodaje de la misma. Heath Ledger, que interpretaba el papel de Joker en la de El caballero oscuro, y Paul Walker, que es el polícia retirado Brian O'Conner en esta saga (salvo la tecera parte). A Paul, que murió en un accidente de coche a finales del 2013, le han dedicado un sentido homenaje al final de esta película (aunque toda la obra podría considerarse un homenaje). Similitudes aparte, las obras obviamente, no tienen nada que ver.
Una de las pocas escenas de carreras
que quedan en la película
Después de calentar motores -me vais a perdonar las frases literarias basadas en términos automovilísticos- con este pequeño pero importante detalle, la película se ve en cierto modo condicionada, ya que como el actor murió sin haber terminado de rodar toda la película, tuvieron que usar a sus dos hermanos como dobles de Paul, e incluso llegando a reconstruirle el rostro digitalmente en alguna que otra secuencia. Esta salvedad, que es cuanto menos y desde todo el respeto al actor, curiosa, no impide disfrutar en gran medida de lo que es esta película: una oda a la testorena y al macho cabrío. Tíos calvos dándose mamporros con llaves inglesas, ¿que más se puede pedir¿
La trama, tal vez lo más ilógico de la película, pasa por qué el hermano de Owen Shaw (Luke Evans) que fue derrotado por la pandilla en la anterior película, decide eliminar a los que dejaron en coma a su hermano. El malo de la función está interpretado por Jason Statham, al que resulta curioso ver de malvado, dado que nos tiene acostumbrados siempre a papeles de bueno. Luego aparece por ahí una trama gubernamental que manda a los buenos a perseguir y encontrar un hacker que está secuestrado por una banda terrorista, que pretende utilizar un programa de ordenador como arma de destrucción masiva. En fin, que al final termina pareciendo más una de Mission:Impossible que otra cosa.
El trío de calvos más guay del cine de acción actual
Quitando el tema de la historia (por llamarla de algún modo) de la película, las escenas de acción son lo mejor de la función. Desde la impresionante pelea inicial, pasando por toooooooooooooooda la larga secuencia de acción que ocurre en el Cáucaso, a lo que sucede en Abu Dhabi, incluso la floja traca final en Los Ángeles. La última parte de la película, comparada con las otras películas de la saga, es lo más "normal", dado que tampoco es espectacular. De todos modos, solo por ver a Jason Statham, Vin Diesel y Dwayne Johnson repartiéndose entre ellos estopa como el trío de calvos más cachas y chulos de la historia del cine, merece la pena. Las frases lapidarias entre pelea y pelea, épicas. Derrochan chulería por todos los poros.
Parte del reparto de la película, con el director James Wan (el bajito)
en medio
Los personajes cumplen con todos los estereotipos habidos y por haber, y que ya se habían definido previamente en las películas anteriores, que muy acertadamente describe Natahlie Emmanuel (la hacker) en una graciosa escena. Desde Michelle Rodríguez, como la chunga del grupo, pasando por Ludacris "el informático" hasta Tyrese Gibson "el chistoso". Vin Diesel y Paul Walker, como dije al principio, son la pareja protagonista y tienen las escenas más emotivas de toda la película, por motivos obvios. Hay secundarios que sorprende ver por aqui, como un rescatado Kurt Rusell o un episódico Djimon Hounsou. Como detalle curioso, el director de esta es James Wan, el -dicen- maestro del terror actual, responsable de Insidious (las dos primeras) o Expediente Warren, películas que me ahorro ver para no pasarlo mal.
No es la mejor de la saga, creo que ese honor corresponde a la quinta, mucho más redonda e intensa. Pero esta película no es una peli para canis sólo, es una de las mejores películas de acción del año y demuestra como un subproducto para un público minoritario, ha evolucionado a un gran y digno blockbuster. Y van a seguir haciendo, a tenor de la mastodóntica recaudación que lleva.
Imagen del cartel promocional con los protagonistas
Os estaréis preguntando como puedo dedicarle tantos párrafos y elogios a una película de esta temática. La respuesta es sencilla: la película sólo busca entretener, nada más. Quien quiera ver una buena historia, unos personajes profundos y escenas de diálogo intensas, que se compre otra entrada en otra película, es obvio lo que vas a ver si te decides por Fast & Furious 7. Nadie espera dramas familiares en una película de Los Vengadores. Así que no nos engañemos y pidamos peras al olmo, si queréis entreteneros y pasar un rato distraídos, y además, soltar alguna lagrimilla (que lo haréis) por el emotivo final, id a verla, no os defraudará. Ahora bien, si empezáis a buscar la lógica en una película cuya escena más emblemática ya es la del coche deportivo cruzando las famosas torres Al Bahar volando, me da que estáis más perdidos que un pulpo en un taller mecánico (nuevo chiste de coches).
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