El reto del ELA: su oculto trasfondo

Uno sabe que las vacaciones se están acabando cuando empiezas a ver el anuncios de "la vuelta al cole" para venderte toda clase de material escolar. Lo bueno no dura siempre, pero quien sabe si precisamente eso es lo que lo hace mejor. En cualquier caso, a nosotros nos ha tocado volver a la acción, y seguir entreteniendo, troleando, informando, o lo que creáis que hacemos. Total, lo que queremos es matar vuestros ratos de aburrimiento con algo que hacer.


Hoy volvemos con un artículo de opinión, como de costumbre, de algo políticamente incorrecto. El motivo: el ELA. Si jodidos lectores, el ELA. Esa enfermedad, permítanme a demagogia, que lleva años atacando a miles de personas anónimamente y, que ha empezado a preocuparnos ahora que parece haber llegado a nuestro primer mundo de la mano de un viral.  Viral que para variar, nuestros "queridos" medios de comunicación se han encargado de darle bombo.

El reto que se ha convertido en viral surgió en EEUU con el nombre de Ice Bucket Challenge. Lo que debes hacer es sencillo. Te echas un cubo de agua helada por encima o haces una donación a la beneficiencia. Más concretamente a la investigación del ELA. Claro que eso fue en su origen y ahora se hace la donación sí o sí. 

Lo cierto es que la iniciativa no me parece del todo mal. Me parece una buena idea para recaudar fondos. Para seguir los parámetros de las modas en las redes sociales, está bastante bien. Sin contar que algunas reacciones son bastante tronchantes.

A pesar de todo, hay un trasfondo que irradia del reto que me parece cuanto menos grave. Me parece preocupante que se le haya dado una especie de tinte solidario al viral porque se hace una donación. No es que me parezca mal la donación. No soy un desalmado. Pero estamos confundiendo caridad con solidaridad, aun pensando que hay gente que lo hace por verdadera solidaridad.

Algunos os estaréis preguntando ¿Y qué diferencia hay entre solidaridad y caridad? Pues es bien sencillo. La caridad se ejerce desde un plano vertical, mientras que la solidaridad desde uno horizontal. Siendo más concretos, incluso esta clasificación puede ser odiosa porque estamos hablando de clases sociales, y quizá no tenga tanto que ver con ser rico y pobre, sino con las mentalidades. No obstante, esas mentalidades se explican, de hecho, por esa divsión.



Por poner un ejemplo. Hay personas multimillonarias que han hecho el reto y que han quedado como verdaderos adalides de la solidaridad. Sin embargo, el reto no limpia las acciones que han tenido que emprender para llegar a tener todo esa riqueza que las deja en una posición tan privilegiadas del mundo.

Hay países donde tener esa enfermedad mucho más jodido que aquí en España. Lugares donde gobiernos autoritarios y/o corruptos tienen a la población al límite, más incluso de lo que aquí se nos tienen. Esto perjudica seriamente a la población que no padece ningúna afección. Pues imaginaos a los que tienen la mala suerte de padecer enfermedades como el ELA.
En esos mismos países hay recursos naturales que se explotan en beneficio de esas personas multimillonarias. La situación allí podría cambiar, pero jamás se ha cambiado, en gran parte, porque esas personas multimillonarias han frenado cualquier tipo de cambio. Ese es el caso del Congo, Rhuanda, Ulundi, etc, etc. Allí impera la ley del más fuerte porque sus gobiernos no están ni dotados de recursos, ni con voluntad de cambiar las cosas. En ocasiones ha habido voluntad, pero estas supuestos adalides de la solidaridad, escudándose en casus bellis cogidos con pinzas, han presionado para intervenir dejando a esos países en una ley de la selva permanente.

A muchos os sonará a demagogia barata, pero es que aquí no estamos tratando de quitarle mérito a la donación, porque al fin y al cabo la hacen. Aquí estamos tratando de diferencia dos conceptos, y cuando  uno de esos multimillonarios realizan el reto, no lo hacen de forma solidaria, sino de forma caritativa. Es caritativa porque la solidaridad se toma casi una obligación, como un deber, que se tiene con uno mismo para la sociedad. La solidaridad se basa en un principio de igualdad entre individuos, de ahí que se ejerza desde un plano horizontal, y la Sanidad, la Educación pública se ejerce desde ese principio. Y lo hace porque convierte la Sanidad y la Educación en un derecho, del mismo modo, que a través de estos mismos, debería garantizar facilitar la vida a las personas que padecen el ELA. Pero la caridad, no contempla esto. La caridad se ejerce desde un plano vertical porque hay una voluntad individual que se quiere mostrar a través de la acción que convierte algo que debería ser un derecho, en una buena acción aislada. Y esa acción se lleva a cabo con el fin de limpiar sus conciencias o lavar su imagen, no ante ellos, ni una divinidad, sino ante la sociedad, porque saben que son parte del problema. Ellos impiden desarrollar un estado que garantice lo que ellos dan. De ese modo, consiguen dos cosas: que la sociedad siga creyendo en su bondad y la del sistema; y crear un vínculo de dependencia ante ellos porque es a través de su voluntad, y no la de todos, cuando se conseguirá, por ejemplo, conseguir fondos para combatir el ELA.
  
No obstante, salvo la iniciativa del Ice Bucket Challenge, porque sé que hay gente que lo hace desde la perspectiva solidaria. Sé que no tendría ningún interés en convencer a nadie de su bondad, sé que lo hace por verdadera filantropía porque ni se beneficia, ni se ha beneficiado nunca de la situación de esos países, ni ha querido crear una situación de dependencia de su propia voluntad. Pero para variar, esas personas, no están en la alta jerarquía de la sociedad. Quizá nada tiene que ver con ser ricos, o pobres. Una persona rica podría ser perfectamente solidaria. El problema es que para ser rico, o verdaderamente rico, uno siempre ha de mancharse las manos.

Saludos jodidos de Balcerx
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